Estimados:
Disculpen mis faltas de ortografía y la forma de dirigirme. No estudie, no sé leer ni escribir, no soy diplomático ni político; soy simplemente un caballo.
Pero gracias a mi interlocutor puedo hacerles llegar mi sentimiento.
Me dirijo a Uds. Para decirles que mis ancestros han participado orgullosa y sacrificadamente en las campañas libertadoras de la Patria, SI, la Patria donde yo nací, y donde hoy vivo, Argentina.
Ellos han colaborado llevando cargas, cañones, municiones, alimentos, tropas y hasta han cruzado la Cordillera de los Andes, para que hoy, todos Uds. los Argentinos sean LIBRES, JUSTOS Y SOBERANOS
San Martin, Belgrano, Güemes y muchísimos Patriotas más, nos han montado y junto a ellos luchamos y demostramos nuestro valor y nobleza hasta dejar nuestra propia vida en el campo de batalla.
A través de las generaciones, mis ancestros me contaron orgullosamente del gran valor de los Patriotas Argentinos y de todas sus heroicas hazañas.
Hoy, a 200 años de aquellas patriadas, me siento orgulloso de haber tenido ancestros que hayan dejado su sangre para que los Argentinos sean LIBRES.
Que orgulloso estoy de ser caballo y que mis hermanos con su valor y nobleza hayan acompañando a tan Grandes Patriotas.
Pero esta historia, seguramente Uds. la conocen mejor que yo, por eso no es mi idea hacer hincapié en ella.
El motivo real de esta carta, después de esta breve reseña histórica, es simplemente agradecerles a quienes nos recuerdan con amor y honor.
Me siento orgulloso de ver una estatua del Padre de la Patria montado en un caballo; me siento orgulloso de ver a Belgrano montado en un caballo, haciendo flamear por primera vez la Hermosa Bandera de los Argentinos.
Cada vez que paso por un monumento histórico y veo a un hermano junto a un Patriota Argentino, se me pianta un lagrimón. Si, un lagrimón; nosotros los caballos no sabemos hablar, pero sentimos y sufrimos.
Pero hoy les tengo que decir que me siento triste.
Esta tristeza no es solamente mía, sino de todos mis hermanos. Creo, humildemente, que debemos tener un lugar en la historia, como esos monumentos junto a los Patriotas que nos refieren.
Lamentablemente no es así.
A mas de 200 años de aquella primeras Patriadas, no nos están tratando con el respeto y amor que nos merecemos.
Amigos míos transitan en las ciudades exhaustos y maltratados. Amigos míos, caen desplomados y dejan sus vidas, ya no en los campos de batalla, sino en las calles por cargas excesivas, falta de cuidados o exceso de horas de trabajo.
Así y todo, mis amigos y yo, comprendemos que todavía seguimos colaborando desinteresadamente, y no nos quejamos. Morimos sin rebeldía y sin rencor. Dejamos nuestras vidas y sumisamente aceptamos nuestros castigos; quizás para salvar la vida y el alimento de quien nos conduce y el de sus familias.
Soy caballo y me siento Argentino, y si me permiten, me gustaría hablarles de igual a igual
Creo que debemos buscar una solución, para aquellas familias que dependen de nosotros y también para nosotros.
Pasaron 200 años, y la humanidad evoluciono; pero nosotros estamos igual o peor que en aquel entonces.
Sé que hay muchas organizaciones, ONG, proteccionistas y particulares que están comprometidos con nosotros, y si bien estamos mucho más que agradecidos por la bondad y el valor con el que nos defienden; sabemos que no es suficiente.
Queridos Argentinos, nosotros, los caballos, estamos un poco viejos y cansados, y queremos volver a nuestro hábitat a emprender tareas rurales; ese es nuestro hábitat.
Por lo expuesto y siempre con el mayor de los respetos, apelo humildemente a los Legisladores, Gobernadores, Intendentes y Consejales que por favor atiendan esta solicitud y juntos podamos encontrar una solución que comprenda todas las necesidades sin distinción.
Si te gusta esta carta, por favor compartila.
Atte.
Un Caballo
PD: El interlocutor es cada uno de Uds. que sabe lo que sufre un caballo.
"Si se siembra la semilla con fe y se cuida con perseverancia, sólo será cuestión de tiempo para recoger sus frutos"
