Si bien se dice que no es conveniente bañar a los animales, en el caso de las
Los baños deben ser regulares pero no de forma muy continuada, ya que ello puede disminuir las defensas que el animal posee en la piel, reducir la grasa que proporciona al pelo la lubricación, la sedosidad y así evitar el resecamiento de la piel y en consecuencia, la aparición de caspa. También es perjudicial bañar al perro con mucha frecuencia porque la humedad permanece en el animal durante dos o tres días, aunque se la haya secado con cuidado.
Antes de comenzar, debe asegurarse de encontrar un buen lugar para bañar al perro, en el cual éste se sienta cómodo. Evitar que el animal se resbale durante el baño. Hay que tener todo lo que se necesite a mano.
Cepíllarlo y desarmar todo los nudos del pelaje antes del baño.
Asegurarse que la temperatura del agua esté tibia. evitar el agua caliente ya que puede dañar su piel y por otro lado provocarle resfriado por el cambio de temperaturas.
Usar un champú para perros. No utilizar champú para humanos ni tampoco jabón ya que pueden irritar la piel y causarle alergias.
Aplicar el champú por el lomo y extenderlo hasta las patas, dejando la cabeza para lo último.
hay que extremar las precauciones para evitar que el jabón se introduzca en sus ojos.
Hay que ser muy cuidadoso y tratar de que no le entre agua en los oídos. Las orejas y el pabellón auditivo se podrá limpiar después con un algodón.
Enjuagar al perro con abundante agua, muchos perros sufren transtornos en la piel, debido a los restos de champú o jabón que les dejan sus dueños.
Hacer un primer secado con una toalla, con la cual se le acaricia, sin frotar, y siempre en sentido descendente para evitar los rizos.
Es conveniente acostumbrar al animal al secador de pelo desde pequeño, ya que es el medio más eficaz. No obstante, hay que cuidar que el aire caliente no penetre en sus oídos.
Para completar, proceder a peinar y cepillar al perro.
La mayoría de los perros solo necesitan un baño al mes. Ya que bañarlo muy seguido puede secar su piel y el pelaje.
Lo ideal es acostumbrarlo al cepillado y al baño desde cachorro.
Si el perro es de los que preferirían no bañarse nunca, hay que asegurarse de tener sus premios favoritos a mano para que cada vez que se porte bien durante el baño, se lo pueda premiar por su buena conducta. Así aprenderá que bañarse es una buena experiencia.
El hecho de que su perro ya esté limpio, no significa que no necesite de nada más. Su pelo, uñas, y oídos, deben ser regularmente cuidados y limpiados, para mantenerlo sano.
Durante el proceso del baño, tiene una buena oportunidad para controlar la longitud de las uñas. Se aconseja también controlar los oídos del perro, durante este tiempo. El canal externo debe estar siempre bien limpio. Las infecciones, picaduras, o rasguños pueden originarse en la presencia de humedad permanente, por lo que sería buena secar estas áreas.