Los gatos: Los gatos no son muy amigos de los cambios de lugar y menos de su casa habitual. Tardan en adaptarse a un nuevo medio de una a dos semanas. Cuando llegan las vacaciones, se nos plantea un dilema: ¿qué hacemos con el gato? La solución depende de los días que vayamos a estar fuera de casa, la zona a la que nos traslademos, el gato que tengamos y si es casa propia o se trata de un hotel. Si se trata de un viaje corto de fin de
semana, no hay problema, nuestro gato estará muy bien en casa solo. Se le debe dejar varios recipientes con agua para que no le falte o un bebedero automático y varios tazones con comida. El agua es lo más importante, ya que posiblemente la primera vez que lo dejemos solo no comerá demasiado. Las ventanas debemos dejarlas cerradas y si es en verano, colocar alguna tela metálica con marco de madera para que la casa se ventile sin que el gato se escape. También es conveniente dejar más de una bandeja para excrementos si nuestro gato es muy sensible a la suciedad. Si se trata de viajes largos al extranjero o a un hotel, podemos buscar alguna residencia especial para gatos; una persona muy conocida y amante de los animales que lo cuide en nuestra casa; o como última opción, dejarlo en la casa de esa persona. Si vamos a realizar con él un viaje en avión, debemos llevarlo en un transporte para animales con las características exigidas según la compañía. Es un método rápido para enviar animales al extranjero. Las cajas exigidas en animales pequeños suelen ser las mismas que tenemos en casa, preferiblemente de plástico y bien cerradas. Deberemos adjuntar la documentación necesaria de nuestro animal, vacunación al día, certificado veterinario si es necesario. En caso de viajes al extranjero hay que informarse con tiempo para saber cuáles son los trámites y exigencias de acuerdo al país al que nos dirigimos. El veterinario seguramente nos podrá asesorar.
Los perros: Una o dos semanas de viaje al año no son motivo para dejar de tener un perro. Siempre encontraremos la forma de disfrutar de las vacaciones, hay múltiples soluciones. Nos gusta la idea de procurar llevarlo a casi todos los sitios con nosotros, pero si en algún caso no puede ser, tampoco hay que sentirse culpable, seguramente encontraremos la solución más idónea. Aunque el viaje sea corto, de fin de semana, no podemos dejar solo al perro en casa como haríamos con un gato. Ellos son mucho más dependientes de nosotros, nos necesitan para que los saquemos a pasear y hacer sus necesidades, la dependencia emocional es grande y probablemente lloraría o incluso estropearía objetos en el hogar. Lo cierto es que hay
perros, sobre todo los guardianes, que están acostumbrados a pasar gran parte del día o de la semana solos en un terreno. Se alimentan y beben de grandes recipientes que su dueño vuelve a completar cada vez que se terminan. Estos animales pueden quedar en la casa, y algún conocido, según el tiempo de nuestra ausencia, podría visitarlo para renovar el agua y la comida. Si lo llevamos con nosotros tendremos que informarnos sobre los hoteles, departamentos de alquiler o camping que admiten animales, pero sobre todo debemos asegurarnos y avisar claramente sobre nuestra intención de llevar una mascota, para no encontrarnos con un problema después de un largo viaje. Si vamos a la casa de algún amigo o familiar, tendremos que considerar si existen las condiciones adecuadas para nuestro perro. Qué tipo de estadía vamos a realizar, por ejemplo, si pensamos en muchas excursiones, salidas nocturnas y casi no vamos a pisar la casa, podría ser conveniente que no lo llevemos, porque deberá permanecer mucho tiempo solo y podría llorar o romper distintas cosas del lugar.
Se puede dejar en una guardería canina. Sería bueno que el sitio contase con la supervisión de un veterinario, que los perros estén bien atendidos en unas buenas instalaciones y les saquen a pasear. Sería recomendable llevarlo antes de irnos de vacaciones (por unas horas) para que nuestro perro conozca el sitio y para que vea que volverás a por él, y así la próxima vez sabrá que volverás.
Se puede dejar en casa de un familiar o amigo responsable y de confianza para que no se sienta solo y se deprima,sobre todo si son largas las vacaciones, y si el perro conoce a esa persona mucho mejor.