Pobre perro de la calle
que en tus huesos te aferras
a esta tirana existencia
de hambre y de sueños,
¿donde están tus dueños?
¿donde quedo el cariño?
aquel que te tuvieron.
De cachorro fuiste lindo
hoy solo alma rota...
de pulgas compañera
y de heridas que embriagan
el dolor del intenso frío.
La lluvia empieza confundida...
si es su llanto o aguacero
que desgrana el cielo,
en caída libre ensañada al suelo
hundiendo tus patas sin garras,
desgastadas en pavimento fiero.
Quisiera dejar una caricia
aunque sea en las costillas,
casi carentes de vida y fuego,
del amigo fiel que dejo la hiel
olvidada por el tiempo...
y tus huellas quedaron olvidadas
menos unas cuantas grabadas,
en el pavimento y mi pensamiento.
autor: Adolfo Casas C
P.D. cuantos amigos fieles que murieron en combate, sin armas y en una guerra fría que guarda la ciudad, en olvidos y huellas del camino, de aquellos cachorros que de niños quisimos y muchos dejaron a la suerte y un disparejo destino.