Decile No A La Pirotecnia




Para los perros, las fiestas de fin de año suelen ser momentos muy
traumáticos, debido a que los estruendos provocados por la pirotecnia, hacen que se pongan nerviosos, se asusten y sufran. Es típico observar cómo los animales se esconden en algún rincón de la casa en busca de un lugar seguro, tranquilo, o se nos pegan a las piernas. Este temor tiene un origen innato y se explica por su alta sensibilidad ante estímulos sonoros intensos.

El uso de pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control y miedo.

La capacidad auditiva de los perros se diferencia de la del humano por su
gran aptitud para captar sonidos a altas frecuencias. Pueden captar grandes densidades de ondas por segundo, gracias a lo cual perciben sonidos como los emitidos por los murciélagos y las ratas, que para el hombre son imperceptibles.

Esta hipersensibilidad auditiva, donde los ruidos fuertes o explosiones provocados por pirotecnia, tormentas, etc. pueden causarles pánico y provocar que manifiesten conductas inhabituales, tales como huidas, agresividad, etc.



Hay que tener en cuenta que se debe dejar a la mascota en un ambiente

cerrado de la casa, donde el animal se sienta cómodo para que descanse allí, el lugar más aislado de la casa, con las puertas cerradas. Es conveniente dejarle una radio o el televisor encendido a un volumen mediano que amortigüe los sonidos exteriores.
Si el perro está solo en casa, hay que dejarle un juguete o algo para morder, agua y alimento. También, su cucha u otro elemento que reconozca para que se sienta más seguro.

Si se decide darle tranquilizantes, debe ser evaluado por su veterinario.