La piómetra es una enfermedad infecciosa producida por bacterias y se caracteriza por la presencia de pus dentro de la cavidad del útero o matriz.
El piometra es la consecuencia de los cambios que sufre el útero en el metaestro (periodo posterior al celo). Puede ocurrir a cualquier edad una vez alcanzada la fertilidad, aunque es más común a medida que el animal se hace mayor. El momento de riesgo máximo para su aparición es entre la 6° y 8° semana después del inicio del celo. Normalmente durante esta fase el cuello del útero que ha permanecido abierto durante el celo comienza a cerrarse y el endometrio vuelve a su estado habitual.
Sin embargo puede ocurrir una hiperplasia endometrial quística como una inadecuada respuesta a la secrección de la hormona progesterona que tiene lugar en este periodo, lo que significa que la zona mas interna de la pared del órgano aumenta excesivamente de grosor y se forman quistes. En esta situación, las bacterias que han emigrado al útero procedentes de la vagina, encuentran unas condiciones favorables para su crecimiento. Además la progesterona disminuye la contractibilidad del útero y aumenta la secreción de moco lo que facilita el cierre del cérvix y dificulta el drenaje del órgano.
El cierre del cérvix en un factor importante en la gravedad de la enfermedad. Si este permanece abierto las secreciones producidas por la infección pueden ser expulsadas, lo que facilita la curación . Esto se llama piometra abierta. Por el contrario si el cuello del útero permanece totalmente cerrado, el pus y las secreciones no pueden ser expulsadas a través de la vulva por lo que se acumulan y el útero se distiende. Es lo que se conoce como piometra cerrada. En estas circunstancias no es raro que el útero puede llegar a romperse y la infección se disemine dentro de la cavidad peritoneal produciendo una peritonitis que puede ser mortal.
Siempre será mejor el pronóstico en una piómetra abierta, dado que en una piómetra cerrada existe riesgo de que el útero, al seguir llenándose de pus, se rompa y se llene la cavidad abdominal de pus, con la consiguiente producción de peritonitis y riesgo de muerte de la perra.
SINTOMAS
Se suele producir fiebre pasajera, abatimiento, pérdida de apetito, polidipsia (beben gran cantidad de agua) y en consecuencia poliuria (orinan mucho), vómitos y dolor abdominal. El veterinario puede notar un aumento del diámetro del útero con una palpación delicada en las piómetras cerradas.
DIAGNOSTICO
En función de los síntomas el veterinario encaminará su diagnóstico. Pero también será necesario realizar radiografías, que a veces no son suficientes, por lo que se realizará después una Ecografía. El análisis de sangre indicará si existen otros órganos afectados, ya que el útero es un órgano en principio aislado, los encargados de depurar el pus que pasa a la sangre son los riñones y el hígado, que también se pueden ver afectados.
TRATAMIENTO
Existen dos tratamientos a considerar:
1. El tratamiento quirúrgico se logra una curación definitiva y consiste en extirpar los ovarios y el útero (ovariohisterectomía ). Si la intervención quirúrgica es rápida, las posibilidades de éxito son muy altas, sin embargo, pueden presentarse las complicaciones antes mencionadas ( insuficiencia renal, peritonitis, endotoxemias etc.…) y las perras descompensarse y morir durante la cirugía o posteriormente.
2. Tratamiento médico , éste ha de ser valorado con cautela por el veterinario y el propietario, con antibióticos de amplio espectro y prostaglandinas (hormonas que aumentan las contracciones uterinas). Este tratamiento intentaría mantener la capacidad reproductora de la perra o es de elección cuando el estado sanitario no es el adecuado para resistir una cirugía, sin embargo, los resultados son menos satisfactorios, y en el caso de lograr un resultado positivo existen grandes posibilidades de que la piómetra recidive ( recurrencia del problema).
PREVENCION
La mejor forma de prevenir una piómetra es realizando una ovariohisterectomía o castracion de la perra cuando es joven, alrededor del año de edad. Con ello se eliminan el útero y los ovarios y también las hormonas, con lo que no se producirán infecciones ni más celos que además es la mejor forma que existe de controlar la natalidad indeseada, y que no tienen ningún efecto secundario de los que se habla en general. También se debe poner la menor cantidad posible de tratamientos hormonales, ya sean para inhibir el celo como abortivos.