Educación
Una gran manera de educar a un gatito es hacerlo a través del juego. Un objeto desconocido en movimiento es una fuente de juego infinita para los gatitos. Éstos estarán encantados de descubrir de que objeto se trata, de agarrarlo, saltar, morder, golpearlo con sus patas, etc. Se pueden encontrar una gran variedad de juguetes para gatos que les intrigarán y les estimularán. Un claro ejemplo son los juguetes con cordel. El gato persigue el juguete, lo muerde y lo tira, y así estaremos ayudando al animal a canalizar su energía y su agresividad natural con el juguete en lugar de con otras cosas de la casa. Al igual que ocurre con cualquier aprendizaje, las sesiones de juego con el gatito deben ser regulares. Lo ideal es una vez al día como mínimo. Esto le dará al minino unas referencias y pronto entenderá que ha llegado la hora de jugar cuando vea aparecer sus juguetes.
Cuando el gatito esté jugando con sus juguetes, conviene premiarlo los primeros días con golosinas. Este comportamiento le gustará y pronto se dará cuenta que jugar con sus juguetes tiene recompensas positivas. El afecto y la aprobación de sus dueños son importantes para los gatitos.
Los límites del juego
Cuando la mascota juega con un objeto que no es parte de sus juguetes hay que intervenir con una orden rotunda en ese preciso instante. De hacerlo después, el gato no lo entenderá. Utilizar demasiadas palabras tampoco es lo ideal.
Lo recomendable es decir un rotundo “no” acompañado del nombre del gato y en ese instante quitarle el objeto con el que estaba jugando.
Los primeros días quizás esté un poco asustado pero después se adapta perfectamente, no hay que obligarlo a comer si no quiere, solamente ofrecerle la comida más tarde, nunca le debe faltar agua fresca.
Si hay niños pequeños en casa, hay que prestar mucha atención: un cachorro puede resultar dañado si se lo manipula bruscamente, y un gato adulto puede arañar a los niños si lo molestan.
El descanso
Los gatos buscan siempre lugares cálidos, blandos y confortables para descansar. En este sentido, las camas se diseñan con materiales suaves y mullidos para que encuentren fácilmente su descanso. La cama debe ser blanda y acolchada en un lugar tranquilo y con la temperatura adecuada, cerca del lecho del amo, lo ideal es el moisés con acolchado. A ellos les agradan los lugares cerrados, hay que tener cuidado con los muebles abiertos para no dejarlos encerrados. Debe ser también un lugar donde se sientan seguros, donde perciban que ningún peligro les acecha. Eligen muy bien sus territorios de descanso.
El ejercicio
El ejercicio es importante para el estado sanitario del animal: mantiene todos los órganos en perfecto estado y ayuda a evitar el sobrepeso y la obesidad. Debemos procurar, durante toda su vida, que tenga un ejercicio y un juego adecuado a su edad y estado. Al gato le encanta acechar, perseguir, cazar… es su naturaleza, su instinto. Si nosotros le proponemos juegos que le den esas posibilidades tendremos un animal feliz y en un estado de forma envidiable.
Las uñas
Los gatos usan las uñas para rascarse cuando les pica, para manipular objetos, agarrarse cuando caminan por superficies estrechas, elevarse hasta una superficie alta, sujetarse, defenderse de un atacante, trepar a un lugar seguro, jugar, rascar para liberar estrés, marcar su territorio, ejercitar los músculos de la parte superior del cuerpo y caminar correctamente.
Normalmente el gato se afila las uñas y cuando vive en una casa hay que proporcionarle un sitio donde poder rascar sin dañar los muebles o alfombras siendo la solución más habitual la compra de un rascador. Afilar las uñas es para ellos además una forma de dejar marcas visibles para otros gatos y llamar la atención. Desde luego la mejor fórmula es educar al gato para que adapte esta conducta a una convivencia con humanos, pero esta tarea no siempre es fácil y requiere de mucha paciencia.
La bandeja sanitaria
La bandeja sanitaria hay que ubicarla en lugar apartado y donde no importe que se vuelque un poco de las piedritas y también que el gatito puede acceder a ellas a cualquier hora del día o de la noche. Los recipientes de agua y alimento se deben poner alejados de la misma.
Los gatos son animales muy limpios, no les gusta sentirse sucios. Por ello es aconsejable realizar una limpieza diaria a su bandeja sanitaria.