Los gatos son principalmente carnívoros, en estado salvaje, son buenos cazadores. Es necesario
que ingieran grasas, proteínas, vitaminas y minerales equilibradamente. La taurina es un aminoácido esencial para el gato, y solo se encuentra de manera natural en la carne.
El gato necesita un 20% más de proteínas que el perro y requiere de ciertas grasas animales que sólo se encuentran en carnes y pescados.
La comida para humanos o sobras no es buena para los gatos porque nosotros somos omnivoros y el gato carnívoro, pueden comer cereales pero no forman parte de su alimentación natural y en gran cantidad suponen problemas de salud para ellos pues les aportan demasiados hidratos de carbono y aumentan demasiado de peso, nosotros además condimentamos la comida con sal, especias y otros aditivos que perjudican también su salud. El gato tiene mayor necesidad de calcio, fósforo y proteinas.
Una dieta casera a base de carne cruda rica en enzimas en trozos no demasiado pequeños, para que no los traguen directamente y limpien sus dientes al desgarrar la carne. No debemos utilizar mucho hígado, 9% como máximo, pues puede ocasionar exceso de vitamina A. El pescado cocido, al horno, a la plancha o al vapor pero nunca frito. Evitaremos a toda costa darle huesos o espinas que estén cocinados pues se astillan, se clavan y no se digieren bien, pero debemos aportar suplementos que equilibren la falta de calcio que supone si no los toman. Es importante que la alimentación sea variada pues una dieta basada sólo en un alimento puede provocar excesos de determinada sustancias y deficiencias de otras, además acostumbra a su estómago a recibir únicamente eso y luego le cuesta tolerar otros. Debemos priorizar las grasas animales en la alimentación del felino y constituir su dieta con un aporte de grasas de entre el 10 y el 30% para adultos y del 17 al 35% en los pequeños.
La clave para hacer la comida casera saludable al felino es que sea una dieta variada. Es la única manera que no tenga carencias de nutrientes ni de vitaminas.
La comida no debe estar nunca demasiado fría, es mucho mejor ligeramente templada o a temperatura ambiente, pues al llegar al estómago puede causar vómitos.
Para conseguir una dieta equilibrada en el felino, es aconsejable combinar comidas caseras con comidas secas (pienso) para evitar que pueda tener deficiencias de cualquier tipo, como mínimo una o dos veces por semana.
Los gatos no beben demasiado porque acostumbran a tomar el agua que necesitan de las presas que consumen, aún así debe tener agua limpia y fresca.
Los gatos son intolerantes a la lactosa, no pueden digerirla bien, fermenta en el estómago y les provoca diarreas, por lo que no deberían consumir leche de vaca normal aunque les guste. Hay algunos gatos que no la toleran en absoluto y otros que si pueden hacerlo si es en muy poca cantidad y tibia, pero se recomienda que en caso de darle leche, esta sea sin lactosa, en el mercado hay varias marcas, algunas son especiales para gatitos. Eso si, una vez que el gato es adulto no necesita para nada la leche, esta solo debe consumirla cuando es aún un gatito bebé y aún no tiene sus dientes bien desarrollados como para comer alimentos sólidos.
Hay alimentos que deben quedar prohibidos en la alimentación del gato ya que son perjudiciales para su salud y son los siguientes:
Chocolate, huesos de ave y espinas, cafeína, alimentos grasosos o condimentos, azúcar y dulces, cebolla, ajo.
A la hora de darle al gato un premio, lo más recomendable son las galletas para gatos.